Dicen que "viajar es de esas cosas que pagas pero que te hacen más rico", y qué verdad más grande.
Japanese Tea Garden. |
Mi nombre es Ana Hinojosa y soy una de
esas afortunadas personas que pudo disfrutar de la espectacular
experiencia de viajar a California, en concreto, a Burlingame. He de
decir que al principio no estaba muy convencida y conforme iban pasando
los días y se acercaba el momento de poner rumbo a Estados Unidos,
estaba tan nerviosa que a veces pensaba que era una mala idea la de
haberme apuntado al intercambio. Los días anteriores al gran momento
tenía tantos nervios que incluso me costaba dormir; pero, después de
pasar allí quince días, tengo que decir que ha sido la mejor experiencia
de mi vida y que la volvería a repetir sin pensarlo.
El viaje en avión fue largo, aunque nos
sirvió para conocernos más entre nosotros y para hacernos amigos; pero,
después de muchas risas, algún que otro enfado y muchísimas horas sin
dormir, llegamos al aeropuerto de San Francisco. Allí nos esperaba
nuestro chófer, listo para llevarnos al "Burlingame Intermediate School"
donde nos esperaban nuestros correspondientes. El momento en el que
conocimos a nuestros americanos lo recordaremos siempre, aunque fue un
poco extraño, ya que solo nos conocíamos por los emails que nos
enviábamos.
Los primeros días fueron un poco
chocantes porque hasta que nos acostumbramos a su manera de hablar y su
pronunciación fue un tanto complicado entenderlos; pero al cabo de un
par de días ya estábamos acostumbrados. Lo que más me chocó fue que los
americanos al conocer a alguien por primera vez dan la mano y al
principio son muy reservados, pero conforme pasa el tiempo son más
cariñosos y muy abiertos.
Lombard Street |
City Hall |
Twin Peaks |
Pero no todo fueron momentos bonitos, también tuvimos algún que otro momento más amargo, como por ejemplo el de la despedida. Recuerdo que justo la noche anterior a nuestra marcha, todas las familias organizaron una pequeña quedada en una heladería, donde nos pudimos despedir largo y tendido de todas aquellas maravillosas familias que nos acogieron tan bien. Al día siguiente también tuvimos la oportunidad de volvernos a despedir de nuestras familias, pero en especial de nuestros correspondientes y, después de esta experiencia, nuestros amigos.
Para mí, haber podido viajar a Estados Unidos ha sido una experiencia extraordinaria que nunca olvidaré y que recomiendo a todo el mundo; pero todo esto no habría sido posible sin la aprobación de mis padres, a quienes le estaré siempre agradecida y, por supuesto al instituto por proponer esta idea que espero que se lleve a cabo durante muchos años más, GRACIAS.